LOS BENEFICIOS PSICOLOGICOS DE JUGAR

Hola, buenas noches. Soy Imma Marín, especialista en educación y comunicación a través del juego. Presidenta de la Asociación Internacional por el Derecho a Jugar en España. El próximo 28 de mayo celebramos el Día Internacional del Juego.

Y es que… https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizUFrIdmqyquXggOywRw80Ayw9sFmKNdVyjD9kt01WU_PiOws6vnPKavANMz1BUzs13qHLEYO-JX18fwLnPW6BIVoZAxN-Piem14mEKaE0eD1i5rH3tXHZ0vNPTnwWZRCoTguIAn9L0YkL/s660/el+joc+de+les+cadires.jpg

Jugar es, por encima de todo, una actitud vital, una manera concreta de abordar la vida: libre, placentera y gratuita.

El juego nos identifica como personas y nos define. Johan Huizinga en su maravilloso libro Homo Ludens, nos dice: “el juego auténtico constituye una de las bases más esenciales de la civilización”. Y es cierto, la pulsión del juego forma parte de nuestra historia, nos define como personas y como comunidad, mostrándonos así toda la profundidad.

Pero a menudo los adultos olvidamos y hasta menospreciamos esta capacidad. Nos volvemos serios y nos ocupamos de cosas importantes y útiles. Como el viejo del planeta que visita el Principito.

Porque el juego nos compromete, nos muestra tal como somos, espontáneos y naturales. Y eso nos pone en una situación de incertidumbre y vulnerabilidad que nos da miedo. Miedo al ridículo, a lo que dirán, vergüenza…

Así, hablamos de juego en sentido y tono negativo: deja de jugar y ocúpate de cosas serias, te pasas el día jugando y no tomas nada en serio. Estate atento ¡esto no es un juego!

Pero sabemos que cuando nos damos permiso para reír, soñar, jugar… y somos capaces de tomarnos menos en serio… nuestra mirada al mundo cambia.

El adulto que juega, igual que el niño, está más preparado para abordar de manera creativa los viejos y nuevos retos, ha desarrollado más defensas a la frustración y expresa de manera más sana sus sentimientos y emociones.

Porque si hoy, como adultos, somos capaces de superar retos de la vida es, probablemente, porque un día nos atrevimos a subir a una bicicleta…

Si disfrutamos de la contemplación de un cuadro es porque muchas tardes nos quedamos embobados viendo bailar una peonza…

Seguramente, si podemos ponernos en el lugar de otro es porque alguna vez jugamos a ser otra persona…

Démonos permiso y recuperemos la capacidad de jugar y de disfrutar lo que somos y lo que tenemos.

En este enlace podeis escuchar el programa que contó con las aportaciones del psicólogo Jordi Borràs, el filósofo y teólogo Francesc Torralba y la coach Cristina Massons.

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